Los pies de Loto, sumisión, castidad y control



Continuando con el mes de Acción para la salud de las mujeres, os queremos invitar a reflexionar sobre cómo a lo largo de la historia, y en la actualidad se utiliza el cuerpo de las mujeres como medio de control a merced de la satisfacción masculina. Vejaciones, mutilaciones que ponen en riesgo la de salud las mujeres, cuyo único objetivo es el control y la sumisión de estas. 

En esta ocasión vamos a comentar el vendaje de pies que se les practicaba a las mujeres chinas en el Siglo X, práctica conocida como los pies de loto.

Existen diferentes versiones del origen de esta práctica, en algunos casos se habla de que las mujeres querían imitar los pies pequeños de la concubina preferida de algún príncipe y/o emperador, a una emperatriz con pies de palo o a las bailarinas del emperador que llevaban zapatos pequeños en punta y arqueados. 

Según algunas fuentes esta práctica surgió en Nankín, al inicio de la dinastía Song (937–975), donde se celebraba la fama de sus bailarinas, admiradas por sus pequeños pies y vistosos zapatos arqueados. El vendado de pies fue primeramente practicado entre la élite y sólo en las regiones más ricas y prósperas de China. Esto revelaba que vendar los pies de las niñas de alta cuna, suponía escindir a las mujeres de realizar tareas pesadas, propio de la clase social baja. También indicaba el estatus social de los maridos, aquellos con cierto poder económico podían permitirse el matrimonio con una esposa con pies de loto que viviera sólo para complacer al marido y dirigir los quehaceres del hogar. 

De esta manera, las mujeres que querían acceder a cierto estatus social debían someterse al vendaje de los pies, lo que implicaba grandes riegos en su salud, les impedía una movilidad saludable, y sufría grandes dolores durante el proceso de transformación que requería quebrar los dedos de los pies y sufrir los dolores hasta que los nervios perdían su sensibilidad, que también llevaba a cierta discapacidad a posteriori. 

La pregunta es ¿Qué tenían de especial los pies de loto? ¿Por qué lo reclamaban los hombres?

Como en infinidad de culturas, las mujeres con pies de loto, es decir, mutiladas en sus extremidades, representaban sumisión, castidad y placer sexual para los hombres de la época. 
Se reducía considerablemente su posibilidad de movimiento, por los que se veían recluidas en sus hogares, sin participar de la vida pública, cuyo único objetivo era satisfacer las demandas de sus esposos. 
Según las fuentes, los manuales sexuales de la dinastía Qing listaban 48 formas diferentes de jugar con los pies vendados. La mayoría de los esposos preferían no ver nunca desnudos los "pies de loto" de su esposa, ya que debajo se encontraban con pies mutilados, que, debido a sus pliegues ocasionados por el vendaje y arqueamiento del pie, no se podían limpiar en profundidad, generando mal olor en algunos caso y/o infecciones. Los zapatos eran para tapar tal mutilación. 
Feng Xun dejó escrito: "si quitas los zapatos y las vendas, el sentimiento estético será destruido por siempre".

Se decía que las mujeres al andar con los pies vendados desarrollaban una mayor musculatura y endurecimiento de la parte superior del muslo, cadera y vagina, lo que gustaba los hombres, ya que respondía a la complexión física interna de una mujer virgen. 

Los pies de loto garantizaban la fragilidad, dependencia, vulnerabilidad, sumisión y control de las mujeres que sufrían dicha práctica, y se vendía como un atributo para conseguir una buena posición social y una vida plena con un esposo prestigioso. 

A principios del siglo XIX, se estima que el 40-50% de las mujeres chinas tenían pies vendados. Para las mujeres de clase alta este porcentaje era casi del 100%.

Afortunadamente en 1874, sesenta mujeres cristianas en Xiamen organizaron un movimiento para poner fin a la práctica del vendado de pies. Tras unos años, esta reivindicación fue dirigida por el Movimiento Femenino de la Templanza Cristiana en 1883 e impulsada por el misionero cristiano Timothy Richard.

También hubo edictos que intentaron terminar con el vendado de pies. La emperatriz Cixi, emitió uno de esos edictos tras la rebelión Bóxer pero fue abolido poco tiempo después. El vendado de pies fue también ilegalizado en 1902 por nuevos edictos imperiales de la dinastía Qing.

En 1912, después de la caída de la dinastía Qing, el nuevo gobierno nacionalista de la República de China prohibió de nuevo el vendado de pies, aunque, al igual que sus predecesores, no siempre con éxito. Cuando los comunistas tomaron el poder en 1949 establecieron la estricta y definitiva prohibición del vendado de pies, incluyendo las áreas rurales aisladas donde las distintas prohibiciones anteriores habían sido ignoradas.

Como muchas otras prácticas, se disfrazaba con leyendas románticas. La historia de Yen Shen, relata la vida de una joven que sufría a cuenta de los malos tratos recibidos por su madrastra y hermanas, familia que había adquirido tras la muerte de su madre. Sola, sin amigos recurría al río a encontrarse con su único amigo, el pez dorado, quien mató su madrastra para vengarse de su hijastra Yen Shen. Dichas espinas le sirvieron a la joven para pedir un deseo y asistir al baile de primavera. Por supuesto al igual que Cenicienta tubo que huir del baile y perdió uno de los zapatos, tan pequeño como una flor de loto. Se cuenta que cuando les hicieron las pruebas a las hermanastras de Yen Shen, la madrastra le rompió los dedos e incluso les cortó el talón, cosas similares les pasaron a las hermanastras de Cenicienta. 

Una vez más vemos cómo cuentos que perpetúan el amor romántico, también perpetúan cánones de belleza y una proyección de mujeres que están hechas para complacer llegando a la mutilación. 

Con este ejemplo queremos dar cuenta de que no existen límites en el intento de sumisión de las mujeres, cuyo objetivo es la satisfacción masculina y la sociedad que los amparaba y/o ampara actualmente. Otros ejemplos pueden ser la mutilación genital femenina, las mujeres jirafas en Tailandia, entre otras muchas. Todas respondiendo a valores morales que nada tienen que ver con la libertad y la igualdad de derechos.
Los cuerpos de las mujeres son elementos de control y vejación hasta en la actualidad, quizás con formas más "sutiles”, no menos lesivas, pero al fin y al cabo con el mismo objetivo, la dominación y la sumisión.


Fuentes:
- Blog Colección Feminista: Pies de loto, una práctica vejatoria con el fin de someter y oprimir a la mujer.
- Wikipedia: Vendado de Pies
- Documental: Pies de loto: la tradición que cambia la forma de los pies. Lifeder.com
- Las imágenes ha sido extraídas de: Quécuridosidades.com, Tradición China de los pies de loto (youtube). Mi ventana al mundo de Sol Silvestre. 



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