LAS MUJERES RURALES
HOY, 15 DE OCTUBRE, ES EL DÍA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES RURALES. Este día pretende visibilizar la importancia que merece la aportación económica, social y cultural que desarrollan las mujeres en áreas rurales de todo el mundo y su decisiva contribución a la seguridad alimentaria.
La 45/2007, de 13 de diciembre, para el desarrollo sostenible del medio rural, señala en su artículo 3 que el medio rural es “el espacio geográfico formado por la agregación de municipios o entidades locales menores definido por las administraciones competentes que posean una población inferior a 30.000 habitantes y una densidad inferior a los 100 habitantes por km2”, añadiendo a su vez que un municipio rural de pequeño tamaño es “el que posea una población residente inferior a los 5.000 habitantes y esté integrado en el medio rural”.
Si hablamos de mujeres, éstas viven en mayor medida en
entornos urbanos, ya que en el medio rural hay muchas menos oportunidades
laborales y educativas, además de un menor número de servicios e
infraestructuras, sobre todo relacionadas con la atención de personas
dependientes, recayendo su cuidado mayoritariamente en las mujeres, y sobre
todo en el medio rural. Esto se produce por los roles y estereotipos de género
más acentuados en el medio rural, lo que conlleva una mayor presión en las
mujeres; aunque a este respecto es necesario añadir que en los últimos años se
está produciendo una ruptura generacional relacionada con la transición desde
el papel tradicional de cuidadoras familiares y colaboradoras de las
explotaciones agrícolas de la familia, hacia el de dinamizadoras de cambios
culturales.
Es bien sabido que la discriminación de las mujeres se
produce en todas partes, pero más si cabe en el medio rural, habiendo trabajado
desde siempre en los negocios y empresas familiares, pero no siendo nunca
reconocido dicho trabajo ni por la sociedad, ni por los familiares, ni por
ellas mismas en muchas ocasiones. FADEMUR (Federación de Asociaciones de
Mujeres Rurales) señaló en 2012 que dos terceras partes de las mujeres rurales
no cotizan en la Seguridad Social.
La falta de reconocimiento tiene varias consecuencias
negativas para las mujeres, como por ejemplo la falta de independencia
económica al no tener ingresos propios, dificultades en el acceso a
prestaciones por desempleo y otras ayudas sociales, falta de identidad
profesional, bajas expectativas de futuro en las jóvenes y migración femenina
en busca de mayores oportunidades laborales.
Además, y en relación con la violencia de género, las mujeres que residen en municipios rurales declaran haber sufrido violencia de género en menor medida. Algunos factores diferenciales influyentes en el fenómeno de este tipo de violencia son: “una economía fuertemente segregada por sexo, una mayor dificultad para la movilidad y el menor número de infraestructuras, y una sociedad más tradicional respecto al control de la comunidad y las relaciones de género" tal y como señalan Franco y Guilló (2012, p. 229).
¡Tendréis la grabación de la sesión disponible próximamente
en nuestro canal de YouTube (Centro de la Mujer Alovera)!
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